Sánate

El principio de sanación radica en la comunicación básica con las células del organismo. Cada célula tiene en sí la información de la renovación constante, pues tiene el principio de la vida en sí, y está formada de luz en su forma más básica... y más perfecta.

TU eres la misma célula inicial que formaron tus padres al unirse, renovada constantemente hasta ser este ser humano que lee este texto. Las células son la forma básica de la vida. Las emociones por otra parte, son básicas y sutiles. Entre las básicas encontramos la ira, el enojo, el rencor y el repudio. Las emociones sutiles son la felicidad, el gozo, la plenitud entre otras.

El agotamiento, por otra parte, es un estado físico de desequilibrio grande que lleva a emociones básicas, pues el organismo está exigiendo atención que no le das cuando ya no te quedan reservas para seguir adelante, y DEBES atender la demanda de tu cuerpo. De lo contrario, las emociones básicas que despierta tu agotamiento, enviarán mensajes a tus células que será difícil transformar.

El amor es un estado de luz que te lleva a experimientar emociones sutiles que te llevan al desarrollo interno aún cuando no te das cuenta. Es por ello importante cultuvarlo y no condicionarlo. Esto no tiene que ver con las relaciones de pareja, sino con la energía que hace que todo el Universo se mueva y funcione, con el vehículo a través del cual podemos comunicarnos contigo.

Ya que las células son organismos básicos, obedecen impulsos básicos: es ahí donde radica el inicio del estado de enfermedad. La energía de la ira es tan violenta que disminuye la capacidad vital de la célula y la merma, de tal modo que los radicales libres hacen su trabajo en ellas.

Sin embargo, las emociones sutiles requeiren una decodificación especial, para eso es el decreto de sanación, para que lo comprendan las células. Para sanar es importante encontrar el estado neutro de las emociones, así la orden se interpreta por las células como básica y se ejecutará. Es necesaria también la plenitud del Amor Universal como el continente vital de la zona afectada y la clara imagen de la sanación hasta la completa recuperación. Si tú pensaras así constantemente, los radicales libres no serían más que un elemento en el cuerpo, no causarían deterioro ni envejecimiento, porque ´ni tus genes, ni tus células conocen la vejez o la muerte.

Buscar el estado neutro es todo un arte, pero no es imposible. Buda había mostrado cómo lograrlo. Busca información al respecto. Todo lo que tienes qué hacer es olvidar todos tus pensamientos y concentrarte en tu respiración... cuando logres no quedarte dormido, podrás iniciar el trabajo activo de la sensación neutra de las emociones antes de iniciar cualquier práctica profunda con tu mente.

Recuerda, las emociones básicas son naturales a todo mamífero superior, pero está en tí transmutar esa energía para conservar tu salud. Esto requiere constancia, disciplina, voluntad.

TE AMO DESDE EL MÁS ALLÁ, QUE ESTÁ MUY MUY CERCA DE TI

El Morya